martes, 23 de diciembre de 2008

No siempre seremos felices con quien nosotros queremos.


Muchas veces las personas a quienes más queremos son quienes más nos producen dolor. Precisamente porque queremos a alguien, sus indiferencias o su mundo propio o sus exclusiones nos hacen sufrir.

Ése es el otro lado de la medalla del amor. No se puede amar sin sufrir a la vez. Quisiéramos al amar a alguien que nos perteneciera por completo y nos duele que nos quieran menos o que simplemente sea feliz con otras cosas y nos deje de lado.

Por eso, si no logramos ser feliz al lado de alguien y de continuo su actitud nos hace sufrir, debemos optar.

Debemos separar la
palabra amor de la palabra felicidad, pues no siempre van juntas, es real que podemos adorar a alguien, pero no ser la persona al lado de la cual seremos felices, y esto es madurez saber darse cuenta a tiempo.

Somos felices al lado de quien se deja amar, al lado de quien comparte, al lado de quien nos necesita para su propia felicidad. De lo contrario nuestra frustración será continua y causa constante de no sentirse plena.





http://www.flickr.com/photos/smteffiita/